Un helicóptero de lujo para “La mejor gobernadora que ha tenido Tlaxcala”…
Opinión de Isael Pérez Olivier
Tómelo con la reserva que amerita el caso. Pero, si todo sale de acuerdo a lo establecido en el calendario de compras del gobierno del Estado, para el mes de marzo de 2026, a poco menos de un año y medio de que fenezca la actual administración, se estaría incrementando el número de unidades de la flotilla aérea, —al incorporar su última y más valiosa adquisición—: un Helicóptero marca Agusta, modelo Westland AW109 SP de fabricación italiana, cuyo costo alcanzaría los 13 MILLONES DE DÓLARES —que al tipo de cambio actual— serían algo así, como unos 260 MILLONES DE MISERABLES PESOS, pagados puntual e íntegramente con nuestros impuestos. Un enorme sacrificio presupuestal para todos los contribuyentes, pero que bien valdrá la pena, porque le permitirá a “La mejor gobernadora que ha tenido Tlaxcala”, unirse al selecto club que integran los mandatarios de Sinaloa, Puebla, Campeche, Guerrero y Estado de México.
Si. Damas, caballeros y personas de los géneros no binarios, —de acuerdo a información proporcionada por fuentes de muy digno crédito, bajo la gracia del anonimato— ese lujoso y carísimo aparato que surcará la bóveda celeste de Tlaxcala, pero no para sofocar incendios ni para trasladar enfermos o para perseguir malandros, sino para el servicio exclusivo de la mandamás y de su familia, se encuentra todavía en el continente europeo, concretamente en Alemania; lugar, hasta donde viajó el piloto Edgar Mayo, quien fue el encargado de hacerle las pruebas correspondientes a la aeronave.
Entonces, sí. Parece que la compra de un helicóptero de lujo por parte de la administración estatal, dejó de ser un rumor en los corrillos políticos y se convirtió en una lacerante y ruin realidad. Una, que como lo hicieron con la compra de las diez camionetas blindadas de lujo al doble de su valor comercial en 56.2 MILLONES DE PESOS; primero, tratarán de ocultar con un silencio descarado, y luego, al ya no poder ocultar más esa aberración, sepultarán la información con toda clase de argucias legaloides para evitar que los tlaxcaltecas conozcamos los pormenores de esa multimillonaria compra que superaría y con creces cualquiera de los excesos registrados en la administración de la mujer más votada de toda la historia del mundo mundial.
¡Claro!, me refiero a esos excesos que nacen y viven en la opacidad, a los que el cuarto Vocere del gobierno del estado Antonio Martínez Velázquez, se ofreció a transparentar, asegurando, que “Lo público sería cada vez más público”; aunque en los hechos, la administración Cuéllar sigue ocultando su turbio manejo del erario estatal.
Y como lo fuerte del gobierno no es la transparencia y para que todos estemos en el mismo tenor sobre las capacidades y características del nuevo avión de ala móvil, déjeme comentarle que, en el sitio web de la marca se aprecia, que se trata de una aeronave que puede alcanzar una velocidad de 283 kilómetros por hora, con un alcance máximo de 833 kilómetros sin repostar combustible y con capacidad para 1 o 2 tripulantes y 6 pasajeros alojados cómodamente en el interior de una lujosa cabina, tipo limusina, que ofrece a sus ocupantes un tranquilo y confortable vuelo por su efectivo sistema de insonorización; además, cuenta con un fácil acceso, gracias a las amplias puertas corredizas a ambos lados, con escalones retráctiles eléctricamente y un gran compartimiento de carga para el equipaje. Sí, todo lo que Usted pueda imaginar y el dinero puede pagar para satisfacer los gustos más exigentes de nuestras muy exquisitas autoridades emanadas de la 4T.
Entonces, no. No existe una brújula moral en los políticos del segundo piso de la Cuarta Transformación que apunte hacia la austeridad republicana ni a la pobreza franciscana, como lo asegura la Presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo.
Sí, ya sé. Las explicaciones sobre la multimillonaria compra las tendría que dar la gobernadora de Morena que adquirió la aeronave —pero sabemos que eso nunca pasará—. Aunque en algún momento, los aspirantes del mismo partido a sucederla en el cargo, tendrían que entrarle al delicado tema. Suerte con eso, porque el electorado está cansado de tantas mentiras.
Y las preguntas obligadas para la Senadora “Madre del Metepantle” y para “El Pañalón”, ambos aspirantes a gobernar nuestra entidad, serían: ¿Qué harían con ese lujoso y costoso helicóptero símbolo de la opulencia que tanto repudia su Movimiento de Regeneración Nacional?. ¿Lo terminarían rifando como ocurrió con el avión presidencial que le dejó Peña Nieto a López Obrador?. ¿O surcarían los cielos en ese extraordinario aparato, mientras a ras de suelo estamos a merced de la delincuencia, sabiendo que miles de enfermos no cuentan con medicamentos en los hospitales del sector salud y que la mayoría de la población está tratando de sobrevivir en la pobreza?.
Esa desmedida ambición por los jugosos negocios al amparo del poder y esos constantes excesos a cargo del presupuesto, han sido, son y serán, el sello distintivo de la administración Cuéllar que en su quinto año de gobierno se está cayendo a pedazos.
¡Se tenía qué decir y se dijo!
Las breves de la semana…
Por cierto. Ayúdeme Usted por favor a recordar cuándo fue la última vez que vio volar alguno de los dos helicópteros que actualmente opera el gobierno del estado de Tlaxcala. ¡Ajá!, me refiero al Bell 206-B “Tlahuicole”, con matrícula: XC-TLX y al Bell 407 “Malinche”, con matrícula: XC-LKW. Ambos supuestamente destinados al patrullaje de seguridad pública; aunque “El Malinche”, también fue habilitado para funcionar como ambulancia aérea, con solo dos vuelos conocidos públicamente y con ese fin; el primero de ellos, el traslado de Linda Marina Munive Temoltzin, hermana del actual secretario de Movilidad Marco Tulio Munive Temoltzin a Tlaxcala, luego de haber sufrido un accidente en el Estado de Morelos; y el otro, el traslado de la tía del secretario de Salud Rigoberto Zamudio Meneses del Estado de Veracruz a Tlaxcala, donde se le realizó un cateterismo de urgencia. ¡Claro!, puro traslado VIP y quizás por ahí, uno que otro humanitario. Así es que, no nos hagamos ilusiones porque el servicio de ambulancia aérea no es para todos por sus carísimos costos de operación…
Hasta la próxima… y Ojalá para entonces en el gobierno del estado tomen en cuenta mi propuesta de nombrar al Agusta como “El Cholondrino”. Sí, ya sé, no es un nombre muy fino para tan lujosa aeronave, pero identificaría plenamente su origen…