En Morena se gesta una nueva traición…
Opinión de Isael Pérez Olivier
“El poder apendeja a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”, esa —me confirman— es la frase original y sin matices que popularizó en sus discursos el expresidente Andrés Manuel López Obrador, para referirse a los políticos que pierden el piso y el control de sus emociones cuando ostentan el poder público. No sé, si esa frase estuvo inspirada en un principio universal o en una visión futurista del actuar de la clase política gobernante en Tlaxcala; pero, lo que sí sé, es que esa joya lingüística se ajusta “como anillo al dedo” a lo acontecido la semana pasada en un salón social ubicado en Panotla, lugar desde donde el Secretario de Educación Pública del Estado Homero Meneses Hernández, realizó su destape para suceder en el cargo a Lorena Cuéllar Cisneros. Y lo hizo, según su propia versión, con el aval de la gobernadora y con el apoyo de más de la mitad del gabinete legal y ampliado, lo que no solo rompe con los principios de imparcialidad y equidad en el proceso interno de selección de candidatos en Morena; sino que en sí mismo, el uso indebido de recursos públicos y el abuso de funciones públicas con fines electorales, constituyen delitos electorales y del ejercicio ilícito del servicio público, pues realizó un acto de promoción personalizada, utilizando para ello su posición en el gabinete, que le permite influir, en el proceso electoral de su partido y ocupando recursos públicos, como el personal de la secretaría, para impulsar su imagen, de lo que está confeso, el que dijo ser, el aspirante del oficialismo.
Sí, damas, caballeros y personas de los géneros no binarios, a través de un audio filtrado a medios de comunicación y no desmentido por quien se apropió del eslogan “HUMORISMO Mexicano” —nada más porque hace juego con sus iniciales personales— aunque le pertenece a un partido político que está a punto de emerger, el ahora infractor está confeso de la autoría de delitos relacionados con la violación a los principios de imparcialidad y de prohibición del uso de recursos públicos para fines electorales, no sólo ventiló la ruta crítica del proceso interno de Morena para la elección de candidato a gobernador, que según él, estará sujeta a dos encuestas de opinión: una que se realizará a finales de agosto, y otra, en noviembre; sino que adelantó que independientemente de los resultados que arrojen esos sondeos, será la propia Lorena Cuéllar y la dirigencia del partido a nivel nacional, quienes decidan quién será el candidato oficial. Sí, al parecer, se gesta otro posible fraude a la militancia del partido, porque se corre el riesgo que no se respete la decisión de quienes participen en las encuestas, sino que, por conveniencia de Cuéllar, se imponga un candidato cachirul.
Sí. Un CANDIDATO: hombre, macho alfa, pelo en pecho y lomo plateado, así como seguramente se auto percibe y como lo ven más de la mitad del gabinete legal y ampliado, que dice, lo apoyan en sus sueños húmedos de ser gobernador. Entre ellos, la fiel Sarita, secretaria privada de Lorena Cuéllar, quien atestiguó algunas de sus reuniones; la doctora Honoris Causa Angélica Domínguez Hernández, Coordinadora de Radio Cine y Televisión de Tlaxcala y ahora también encargada del manejo de su imagen en medios de comunicación; Darwin Pérez y Pérez, director general del Conalep; Blas Marvin del Cecyte, y otros más, que están comandados por el coordinador territorial y súper exsecretario de gobierno Sergio González Hernández; mientras que, su arma secreta será Azalia Cortés García, pieza clave, en el armado de los comités seccionales de Morena, aunque no sé qué tan efectiva sea, porque lo mismo les ofreció a otros dos aspirantes.
Otros que destacan en las filas de la cargada institucional, serían: el presidente municipal de Ixtacuixtla, Alberto Olivares; así como, Baldemar, Lobatón, El Patrón, Blanca César, Eric Flores y su esposa Carime; además, de otras figuras de la talla de Ventura Sánchez Gonzaga y Delfino Chamorro, de quienes se dice, juntos alcanzarían unas 10 cadenas perpetuas por ser finísimas personas.
Seguramente, de todo esto, ya acusaron recibo de enterado los otros participantes en el proceso interno y alguna de ellas, se anime y le cierre el camino por la vía legal al boquifloja secretario. O quizás, el grupo de la capital ya esté considerando regresarle el favor al traidor que hace tiempo ellos mismos formaron. Ajá, porque entre gitanos no se leen las manos.
Aunque, lo que sí es un hecho, es que las malas mañas nunca se olvidan y al más viejo estilo priísta Lorena Cuéllar Cisneros, ya mostró su maquiavélico plan. A ese grado ha llegado su desesperación por asegurar una salida que le garantice impunidad.
Expuesto lo anterior: ¿Se quedarán con los brazos cruzados los militantes de Morena, otra vez?. ¿O en esta ocasión sí se pondrán las pilas para frenar la imposición?. Y lo pregunto, porque muchos de ellos aseguran que se equivocaron con Lorena, pero aún así, le siguen el juego…
¡Se tenía qué decir y se dijo!
Las breves de la semana…
Y mientras los estrategas del nuevo ungido trataban de limpiar el cagadero que hizo su gallo; los equipos rivales festinaban el hecho con risas socarronas y una que otra mirada de lástima por el torpe destape magisterial, nuestra mandataria estatal disfrutaba de unas buenas “dobladas”. Y no me refiero a esas, sino a las otras, a las que preparan Los Chapines, y que no son otra cosa que, tortillas crujientes rellenas de carne de res o pollo, acompañadas de guacamole y salsa de jitomate, un aperitivo popular en muchas regiones de Guatemala. País donde veraneó la máxima autoridad política del estado, antes de encabezar los festejos por el inicio del quinto año de su administración. Viaje que a diferencia de “Andy”, que pagó con sus propios recursos el vuelo y su estancia en Japón, ella por el contrario, se los cargó al erario estatal, pues lo disfrazó de gira de trabajo. En fin…
Soy muy ingenuo o de plano soy muy Homero. Pero no entendí por qué la cena de la Unión de Periodistas del Estado de Tlaxcala se convirtió en una pasarela política. Me da la impresión que mis amigos, que fueron galardonados por su destacado trabajo, no fueron el centro de atención ni el motivo principal del convite…
Por cierto, se comenta, que a los aspirantes varones de Morena, “el que sí les metió un susto, fue Augusto”. ¿Será?…
Hasta la próxima. Y ojalá para entonces el vocere del gobierno del estado ya haya transparentado la distribución de los 182.4 millones de pesos que sus antecesores invirtieron en medios de comunicación, a lo largo de los cuatro años que lleva la administración Cuéllar. Convenios publicitarios, que, por cierto, resultaron un rotundo éxito y que hoy se reflejan en las encuestas de opinión. ¿Verdad gobernadora?…