El Bestiario: Los caídos bajo el mando de la 4T en Tlaxcala
Opinión de Edgar García Gallegos
El estilo de que comandos entren a las casas en Tlaxcala con total impunidad, se lleven a sus víctimas y estas aparezcan muertas, parece un guion sacado de una serie de Netflix, pero no es asi, es la realidad que se vive en este estado administrado y «gobernado» por la Cuarta Transformación con Lorena Cuéllar, que ya carga a sus espaldas sus muertos.
El homicidio del exrector de la Universidad Tecnológica de Tlaxcala, Humberto Becerril Acoltzi, vino a poner en duda y crujir la narrativa del estado más seguro y con menos incidencia delictiva. La 4T en el estado se acostumbró a gobernar con discursos triunfalistas mientras el crimen pasa lista, casa por casa.
Un grupo entró como Pedro por su casa al domicilio del exrector, lo levantó junto a un acompañante, saqueó el inmueble y hasta se dio tiempo de llevarse tres vehículos. La autoridad, fiel al protocolo pidió esperar 72 horas para emitir una alerta. Eso desató la indignación de los familiares de ambos tlaxcaltecas que hoy están sin vida.
Horas después, los cuerpos aparecieron en una obra negra, con señales de violencia y un mensaje criminal. Un crimen ejecutado a plena luz del día, en medio de los festejos por los 500 años de Tlaxcala en donde celebramos la historia mientras el presente se desangra.
El crimen generó reacciones de actores y partidos políticos, sumado a una andanada de críticas en redes sociales que hablan de un fracaso en la estrategia de seguridad pública por lo que urge un golpe de timón en la estrategia.
En el gabinete de seguridad dirán misa y festejan sus números en sus mesas de seguridad, pero es evidente que la percepción de que Tlaxcala es tierra de impunidad y miedo.
Qué les deben a quienes han fallado en sus tareas de seguridad.
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