Señorío Tlaxcalteca… Chiripa la captura de asesinos del ex rector
Opinión de Martín Ruiz
La probable detención de los presuntos asesinos del ex rector de la Universidad Tecnológica de Tlaxcala, Humberto N. y de su amigo César Alejandro N. está lejos de ser una acción planeada y orquestada que realmente demuestre la efectividad de la Fiscalía General de Justicia del Estado como seguramente saldrán a presumir.
Más bien se trató de la suerte y de la casualidad, pues si no hubiera sido por la iniciativa del responsable del Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia, conocido como C5i, Max Hernández Pulido, quien dio la orden de dar de alta los datos de los automóviles sustraídos ilegalmente del hogar del ex funcionario universitario por sus ejecutores, los criminales quizá se hubieran dado a la fuga y evadido la acción de la justicia como suele ser la costumbre.
O en verdad usted cree que es cierta la efectividad del 99 por ciento de la FGJE y que en horas el personal capacitado, anticorrupto y concentrado en su trabajo logró dar con los responsables de este artero crimen que conmovió a la sociedad tlaxcalteca, pues no, ya que gracias a la iniciativa del personal del C5i y a los equipos tecnológicos en los que ha invertido en los últimos años el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros, se pudo detectar a través de los “arcos de seguridad” la camioneta Volkswagen Tiguan con placas de Puebla y propiedad del ex rector de la UTT.
Al ubicar la unidad en la zona del municipio de Tzompantepec se dio la alerta inmediata a los ineficientes y dispersos policías estatales a cargo del desprestigiado marino Alberto Martín Perea Marrufo, quien no le quedó otra más que montar un operativo que llevó a la captura de dos personas tras una persecución que concluyó en el puente Chapultepec del pueblo mágico de Huamantla.
Los sujetos identificados como Juan N. y Mauricio N. de 20 y 21 años, respectivamente, fueron interceptados y trasladados para ser investigados no sólo por la posesión irregular de la camioneta, sino por el crimen de Humberto N. y César Alejandro N., quienes además de ser golpeados y atracados en la casa del primero que se localiza en el inseguro municipio de Apetatitlán, específicamente en la comunidad de Belén Atzizimititlán, donde por cierto el mandilón alcalde Azaín Ávalos Marbán ordenó a su director de Seguridad, Oscar Arenas, no dar ningún detalle e información del caso porque ya había recibido esa instrucción del gobierno lorenista, posteriormente fueron asesinados.
Pero más allá de que se confirme que los dos jóvenes estuvieron relacionados con el violento crimen del ex rector de la UTT cuyo cuerpo fue encontrado en una casa en construcción en el fraccionamiento Villas de San Miguel II, en el municipio de Santa Cruz Tlaxcala y que en caso de comprobarse seguramente llevará a más detenciones porque se habla que participaron varias personas en ese robo y homicidio doloso, resulta preocupante que los niveles de violencia en la entidad se encuentren imparables.
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Chiripa la captura de asesinos del ex rector – Señorio Tlaxcalteca