Señorío Tlaxcalteca… Desastre histórico en la conmemoración de los 500 años
Opinión de Martín Ruiz
La conmemoración de los 500 años de la fundación de la Ciudad de Tlaxcala, que debería haber sido un hito histórico para exaltar el orgullo tlaxcalteca por la unión de dos culturas, por ser cuna de la nación y de la evangelización del Nuevo Mundo, se convirtió en un rotundo fracaso.
Fue un circo populachero orquestado por burócratas incompetentes que priorizaron los «moches» y los negocios personales sobre un legado perdurable.
A días de los supuestos «festejos», nadie recuerda nada porque no quedó huella alguna, ni una obra que enaltezca a esta generación o resalte la importancia crucial de Tlaxcala en la historia de México y el continente americano. Pareciera que la opacidad del gobierno estatal sepultó una oportunidad irrepetible, gracias a la corrupción y la miopía de las autoridades.
El desastre organizativo revela una absoluta falta de visión. Desde el inicio, los eventos públicos, realizados del 3 al 15 de octubre de 2025, afectaron gravemente la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad. Generaron un caos vial infernal, con calles en mal estado, falta de estacionamientos y una inexistente gestión de residuos que dejó la ciudad convertida en un basurero.
Además, las plantas recién colocadas en la Plaza de la Constitución, destinadas a «embellecer» el espacio, fueron destruidas por cientos de asistentes en conciertos mal organizados.
La ineptitud de los responsables impidió planear algo grandioso e inolvidable. Ni siquiera consideraron —o no les importó— el riesgo inminente al que expusieron la declaratoria de Patrimonio Mundial de la UNESCO del ex convento de San Francisco en el Centro Histórico. La mayoría de los ciudadanos coincide: “Estos festejos pusieron en jaque a la ciudad y a nuestra historia; se burlaron de todos”.
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Desastre histórico en la conmemoración de los 500 años – Señorio Tlaxcalteca