Por Martín Ruiz
La sucesión en Tlaxcala sigue avanzando.
Los involucrados han empezado a mandar señales que los iniciados interpretan para diseñar la estrategia y el juego que seguirán.
El pasado sábado, el lorenismo enseñó músculo y obviamente se dijo listo para la sucesión, sin que la jefa de ese grupo político, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, mostrara abiertamente sus cartas o se inclinara por algún aspirante en especial.
Lo único que dejó claro es que la maquinaria electoral funciona y que ésta ha colocado a Tlaxcala como una de las entidades que más votos aportó al triunfo del ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y de la actual mandataria del país, Claudia Sheinbaum Pardo.
Durante la celebración de los tres años del triunfo de Morena por la gubernatura en Tlaxcala, Lorena Cuéllar evidenció su fuerza y control político, pero al mismo tiempo ratificó su lealtad a López Obrador y a la nueva presidenta de México Claudia Sheinbaum, quien a partir de hoy moverá los hilos del poder en el país y seguramente impulsará una nueva clase política que girará en su órbita de influencia, de ahí que llegado el momento se involucrará en las sucesiones de las nueve gubernaturas que se renovarán en el 2027.
El lorenismo evidenció su fuerza y organización en la plaza de toros de Apizaco, pero fue extremadamente cuidadoso políticamente hablando porque no llevó a cabo ninguna cargada a favor nadie, sobre todo cuando se menciona que hay varios aspirantes de ese grupo listos para heredar el poder de Lorena Cuéllar.
Y mientras el grupo de la gobernadora Cuéllar guardó las formas y optó por esperar los tiempos, la hoy presidenta de México dio a conocer anoche más nombramientos que sin duda tendrán implicaciones en Tlaxcala.
La columna completa, aquí:
Las señales de la sucesión – Señorio Tlaxcalteca (e-consulta.com)