Opinión de Nora Arellano
“Ningún vencido tiene justicia si lo ha de juzgar su vencedor”, Francisco de Quevedo
¿Cómo está? Cuéntemelo todo, aunque sea difícil de contar,así me siento al abordar el tema de la reforma al poder judicial que más bien parece un atraco caprichoso del hombre presidente y de “ella” que aún no es presidente electa. Un par que ha bordado bien la destrucción de la democracia y aniquilan instituciones a placer. ¿Se lee rudo? Es rudo.
Ahora van por el poder judicial. Sienten en la bolsa la “sobrerrepresentación” en la cámara de diputados, se mueren por ponerse la medalla del absolutismo. Así como uno despierta en la madrugada por el susurro de la conciencia de cómo resolver algún problemita de pago me los imagino despertando para hacer algún daño mayor a la república. Que nos falta han de decir… no acordarse los mantiene alerta.
Ellos son así, me preocupa usted y la ciudadanía que no toma nota de la tragedia que se nos viene encima. Estamos en el umbral de una nueva dimensión de la justicia, la ley es despreciada y una sociedad que lo permite firma su sentencia de muerte, morir, nadie pensaría en esos términos, el país que somos nuestro México lindo y querido se acerca al abismo, la destrucción no camina, trota.
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