Por Martín Ruiz.
Le guste o no es hora que el marino Alberto Martín Perea Marrufo, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, empiece asumir sus culpas y errores después de más de tres meses de haber asumido el cargo, porque se aprendió muy rápido el discurso de que Tlaxcala es el estado más seguro del país y que los delitos van a la baja, cuando en realidad cada vez los ciudadanos y las ciudadanas se sienten más inseguros.
El discurso oficial de que la incidencia delictiva va a la baja nunca ha convencido y lo peor es que existen varias organizaciones de la sociedad civil que no sólo cuestionan las cifras y datos, sino que señalan que la información gubernamental está manipulada para ocultar el verdadero rostro del crimen en Tlaxcala.
Los feminicidios están presentes, al igual que los homicidios dolosos, así como los asaltos violentos contra automovilistas y conductores de camiones de carga. Siguen existiendo casos de familias que han sufrido atracos a punta de pistola en sus casas y negocios. El robo de vehículos y autopartes se mantiene.
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Cierto que cae más pronto un hablador que un cojo – Señorio Tlaxcalteca (e-consulta.com)