Señorío Tlaxcalteca… Otra vez policías acusados de secuestro
Opinión de Carlos Loret de Mola
Ayer se les vio muy aplaudidores, juntitos todos en la mañanera. Cada que pueden, firman un desplegado para mostrar unidad. En realidad, las gobernadoras y los gobernadores de Morena están divididos en torno a la sucesión presidencial y varios están hartos de cómo los trata presupuestalmente y hasta políticamente el presidente de México.
En lo político, mandatarias y mandatarios que apoyaron a Adán Augusto López —sobre todo— y a Marcelo Ebrard cuentan en las sobremesas que la candidata Claudia Sheinbaum los tiene en la congeladora. Los maltrata, los ningunea y los castigó en el reparto de candidaturas. Gobernadoras y gobernadores —no todos, pero sí suficientes— están enojadas con su candidata. Hacia afuera todo son sonrisas, pero hacia adentro hay rencor.
Y ahí se liga la otra queja. La presupuestal. El presidente López Obrador ha despojado a los gobernadores de todo margen de maniobra presupuestal. Siéntese con cualquiera de ellos(as) a tomar un café y le va a contar que no tiene presupuesto para hacer nada, no tiene dinero para hacer las obras y programas que consideran importantes, que nada más aparece algún ahorro o algún remanente AMLO se lo lleva para financiar sus caprichos. Que si la refinería, que si el tren, que si los aeropuertos. Esto ha secado las arcas estatales y ha dejado a los gobernadores sin capacidad de dejar huella propia. Todo para el presidente.
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