
Pásenle al circo de la doctora Claudia
Es más. Decían que a la presidenta los “youtuberos de la 4T” le daban un poco de pena. Que no le gustaba la dinámica del elogio arrastrado. Que ella era distinta y que una garantía de que las mañaneras iban a cambiar y se iban a convertir en una conferencia de prensa real era que dejaría de organizarlas Jesús Ramírez, el animador de ese circo durante seis años.
Las primeras conferencias de la presidenta Sheinbaum apuntaron en esa dirección. Pero rápido se acabó el impulso. A siete meses de distancia, el circo es el mismo del sexenio pasado. Hablan los mismos, aplauden los mismos y facturan los mismos: se sabe que las preguntas en la mañanera se siguen cotizando como en tiempos de López Obrador, entre 20 y 50 mil pesos para que cualquier comunicador desconocido tome el micrófono y delante de la mandataria denuncie un supuesto caso de corrupción que con tan solo escucharlo, exuda “chayote”. Las “preguntas sembradas” se notan a kilómetros de distancia. Corrupción pura y dura. ¿La presidenta no se da cuenta de esto? ¡Por favor! Tiene demasiada experiencia en la administración pública como para que creamos que todo esto sucede sin que se entere.
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