Por Isael Pérez Olivier
Si esto no es un uso ilícito de atribuciones y facultades por el uso indebido de recursos públicos, además de un descarado tráfico de influencias, lo que comúnmente se conoce como corrupción, no sé que sea; y si hay alguien que me diga lo contrario, entonces no sé cómo se le podrá llamar a la forma en que los funcionarios del gabinete estatal se conducen de manera cotidiana. Ya antes nos habíamos enterado de que el helicóptero del gobierno había trasladado a Linda Marina Munive Temoltzin del estado de Morelos a la capital tlaxcalteca, tras sufrir un accidente; también, que el mismo aparato hizo el traslado en seis ocasiones de órganos de donantes locales a otras entidades del país; además de haber participado en el desastre por el huracán Otis en Acapulco, pero ese mismo servicio se les negó a los dos policías linchados en Zacatelco, bueno, al menos a uno de ellos, que a pesar de su extrema gravedad, fue trasladado por tierra al Hospital General de Tlaxcala, donde finalmente murió. Ah, pero eso sí, recientemente una paciente junto con una acompañante tuvo la fortuna de haber ocupado ese exclusivo traslado aéreo. Pregunto, sin el ánimo de ofender: qué acaso las vidas de las personas no tienen el mismo valor, o es qué Lorena Cuéllar Cisneros maneja diversos criterios para ponderar quién vive y quién muere. Y lo pregunto, porque no todos corremos con la misma suerte.
Permítame ponerlo a Usted en contexto. Al medio día del pasado 26 de mayo de 2024, luego de muchísimo tiempo de no haber surcado los cielos de Tlaxcala, el helicóptero Bell 407 con matrícula XC-LKW propiedad del Gobierno del Estado, habilitado como ambulancia para pacientes VIP, levantó el vuelo y se dirigió a Cosamaloapan, Veracruz, para realizar el traslado de Blanca Estela N., una mujer de 69 años de edad, quien había sufrido un infarto, por lo que requería de un catéter que le sería colocado, no en la Ciudad de México ni tampoco en la capital del estado de Puebla, sino aquí, en la Clínica de Hemodinamia ubicada en San Matías Tepetomatitlán, donde de inmediato, le brindarían todas las facilidades.
De acuerdo a la bitácora de vuelo de la aeronave, la paciente no era otra, más que la mismísima tía paterna del Secretario de Salud del Estado Rigoberto Zamudio Meneses, quien recibía atención médica en un nosocomio privado en su natal Veracruz, pero que, debido a su estado grave de salud, decidieron trasladarla a Tlaxcala, para que aquí, obtuviera un dispositivo y atención especializada gratuita por parte del sector salud a cargo de su sobrino.
El vuelo de ida y vuelta se realizó sin contratiempos. Y tras el cateterismo cardíaco al que se sometió la paciente en la Clínica de Hemodinamia, fue trasladada al área de terapia intensiva del Hospital de la Mujer, donde ya la esperaba el personal médico, exceptuando, al internista o intensivista, con el que no contaba el nosocomio en ese preciso momento.
Para garantizar personalmente la atención de su familiar, en punto de las 18:00 horas, abordo de una camioneta marca Nissan, tipo X-trail, color gris oscuro, con placas de circulación XWG-795C, cuyas láminas están cubiertas por una mica para evadir el registro de las cámaras de vídeo y fotos; con torretas y códigos encendidos, como si se tratara de una patrulla, el Secretario de Salud Rigoberto Zamudio Meneses ingresó por el estacionamiento del Instituto Tlaxcalteca de Asistencia Especializada a la Salud (ITAES) para verificar que el servicio médico que recibiría su tía, fuera de primera y no el ordinario al que se somete cualquier pelado.
Sí, ya sé, que con esas acciones se le salvó la vida a una persona y que eso es lo único importante del asunto; pero en lo personal, no me queda del todo claro, por qué el Secretario de Salud Rigoberto Zamudio Meneses usó la ambulancia aérea que nunca ocupamos los tlaxcaltecas, y me pregunto, cuánto le costó al gobierno de Tlaxcala el viaje, quién pagó el catéter, quién le autorizó toda la logística de la urgencia médica familiar, por qué no fue atendida la paciente en otro nosocomio privado o público en Xalapa o en el Puerto de Veracruz; por qué el Secretario de Salud utiliza las claves de una torreta y por qué le colocó micas a las placas de su camioneta con las que puede evadir las cámaras no solo de las foto multas sino hasta las de seguridad del C5i.
Y derivado de lo anterior, cuántos delitos se configuraron, cuántas leyes y reglamentos se violaron o se infringieron; pero, sobre todo, quién o quiénes resultarán responsables de los hechos antes citados.
Sin ponerme exquisito ni sobrado con los temas legales, me remito al Código Penal para el Estado Libre y Soberano de Tlaxcala, que en su artículo 160 señala, que el servidor público que otorga concesiones, permisos, licencias, adjudicaciones o autorizaciones de contenido económico de manera ilegal está cometiendo el delito de Uso Ilícito de Atribuciones y Facultades. En este caso, el uso del helicóptero oficial para fines personales o familiares sería una concesión indebida de un recurso público.
En resumen, Rigoberto Zamudio Meneses utilizó el helicóptero gubernamental para trasladar a familiares, y con ello, estaría cometiendo varios delitos relacionados con el manejo inadecuado de recursos públicos y el abuso de su posición, y las sanciones por estos delitos pueden incluir prisión y multas.
¡Ajá!, lo mismo pienso: Si la persecución emprendida por Lorena Cuéllar Cisneros en contra del mal manejo de los recursos públicos y la corrupción fuera pareja para alcaldes y funcionarios de su gobierno, “El Cachorro” y Eymard, ya tendrían compañero de celda y sería un médico de profesión.
Vamos a ver cómo se conduce la Gobernadora con este asunto que está más que sustentado con evidencias y confirmado por la parte oficial, lo que no deja lugar a dudas. Pero para mí que la titular del Ejecutivo seguirá con su cacería de brujas para llenar la cárcel de presos políticos, mientras que sus funcionarios abusan del erario y del poder con total impunidad.
¡Se tenía que decir y se dijo!
Las breves de la semana…
Sin importar los resultados de la jornada electoral del domingo, dos proyectos políticos se consolidan y se perfilan para la sucesión gubernamental del 2027. Juan Manuel y Rodrigo, serán figuras estelares en las próximas decisiones ciudadanas. Bueno, eso si es que no terminan siendo encarcelados por ser adversarios políticos de la mujer más votada de la historia. Como suele pasar…
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Un rumor.
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Hasta la próxima…