Por Martín Ruiz
El nuevo rostro de gobierno lorenista de recurrir al garrote y usar la ley para mandar mensajes a los adversarios ayudará en algo, es decir, con la intimidación y miedo cree que ganará las elecciones y garantizará el control del Congreso del Estado y el triunfo de Morena en la mayoría de los 60 municipios.
En lo personal creo que no. Esa ruta me parece peligrosa y hasta con efectos negativos para la gobernabilidad del estado y la imagen de la actual administración estatal.
El gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros ya tenía varios frentes abiertos, como el conflicto con un sector importante de los miembros del Sindicato 7 de Mayo, con los productores de la zona oriente del estado que están cansados de la inseguridad, con algunos transportistas que se quejan de la invasión de rutas, con los vecinos de la capital que se opusieron a la construcción del fallido Autotren, con colectivos de mujeres que se sienten ignoradas y atacadas por las actuales autoridades, con los pobladores de Tlalcuapan, una población del municipio de Chiautempan, quienes reprochan la detención y encarcelamiento de su presidente de comunidad por supuestamente ser el responsable del linchamiento de un hombre, con el malestar generalizado en torno a la inseguridad y otros más, por lo que era innecesario sumar más inconformidades y adversarios.
La columna completa, aquí:
Nada bueno dejará el garrote y la justicia selectiva – Señorio Tlaxcalteca (e-consulta.com)