Por Roberto Nava.
Lo que no se vio el pasado fin de semana en el marco de la celebración de los dos años de Gobierno, resultan graves algunos de esos casos, sobretodo porque se puso en riesgo la vida del pueblo con toda alevosía y ventaja, sin embargo, para su buena suerte no hubo daños colaterales que bien pudieron terminar en un genocidio.
Seguramente me tacharán de nueva cuenta de alarmista, sensacionalista, amarillista y todo tipo de calificativo en las redes sociales que vienen de la clase política y de quienes están empoderados, no importa, alguien lo tenía que decir y aquí vamos.
Testimoniales de algunos compañeros periodistas que se dieron cita el pasado domingo al Estadio Tlahuicole, aseguran que las mallas del coso deportivo fueron electrificadas para disuadir a los gritones que no se cansan de pedir la salida de la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
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La sensatez de Lorena Cuéllar…y el chilindrinazo que no se concretó (ahorainformat.com)