Por Martín Ruiz.
Bajo el amparo de la ley, el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros decidió despedir a integrantes del sindicato 7 de Mayo, que en su visión generaban inestabilidad y problemas.
Para algunos la decisión llegó tarde, pero llegó, mientras que para otros representa un acto desesperado de las autoridades para tratar de controlar las protestas de los burócratas, maestros, pensionados y jubilados que se tienen previstas para la inauguración y desarrollo del mundial de voleibol de playa a celebrarse en Tlaxcala del 5 al 15 de octubre.
Los sindicalizados cometieron el error de estirar la liga del conflicto y de mal interpretar la enorme tolerancia del gobierno lorenista con debilidad, porque es evidente que la mandataria Cuéllar está decidida a defender sus decisiones y acciones para rescatar y salvar a Pensiones Civiles de la quiebra en que otras administraciones dejaron a esa dependencia estatal.
La columna completa, aquí:
Llegaron las consecuencias – Señorio Tlaxcalteca (e-consulta.com)