El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es, definitivamente, disfuncional o está en una crisis tan profunda que sigue cometiendo errores costosos.
La prueba concluyente es el fiscal Alejandro Gertz Manero, que el miércoles por la noche difundió un comunicado sobre la captura de Ismael El Mayo Zambada que, por la información que hizo pública, legitima y da cauce legal a la carta del jefe del Cártel Pacífico/Sinaloa donde vincula al gobernador Rubén Rocha Moya con el crimen organizado. ¿Lo hizo por torpe? ¿Por instrucciones del presidente para hundir a su amigo Rocha Moya? ¿Porque quiere deslindar a Palacio Nacional de cualquier sospecha del cártel de una traición? ¿Para mandarle un mensaje de paz al capo?
La nota informativa que distribuyó la Fiscalía General señala que Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, capturado junto con Zambada en El Paso, Texas, hace tres semanas, es presunto responsable del secuestro del capo para sacarlo de México y entregarlo a las autoridades estadounidenses, cometiendo un delito federal por privarlo de su libertad y otro por traición a la Patria. En la misma nota afirma que el asesinato del diputado federal Héctor Melesio Cuén no fue en la gasolinera, como afirmó la fiscalía sinaloense, sino en el rancho donde atraparon a Zambada.
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