Por Martín Ruiz
Los caprichos y berrinches de la diputada con licencia, Marcela González Castillo, que no pudo lograr su objetivo de ser reelecta a través de marrullerías y transas que contaron con la complicidad de los magistrados del Tribunal Electoral de Tlaxcala, ya provocó consecuencias negativas porque descuidó su trabajo en el Congreso del Estado, donde ahora sólo podrá elegir a uno de dos magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa de Tlaxcala (TJA).
Si bien los diputados locales presumen que el proceso para elegir a dos magistrados del mencionado tribunal va bien, luego que el 31 de agosto concluye el periodo de los juristas María Isabel Pérez González y Marcos Tecuapacho Domínguez, lo cierto es que el segundo, quien goza de una dudosa reputación, no sólo consiguió un amparo provisional, sino que el pasado jueves obtuvo del Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Octavo Circuito una suspensión definitiva que ordena a los legisladores tlaxcaltecas no designar al próximo abogado o abogada que integrará el pleno TJA y que ocuparía su lugar.
La justicia federal amparó a Marcos Tecuapacho luego que éste recurrió a esa instancia porque los diputados tlaxcaltecas aprobaron un dictamen que determinó que era inviable su ratificación en el cargo por un periodo más, debido a que según los legisladores el magistrado realizó un pésimo trabajo, enfrenta acusaciones de acoso y se le señala de incurrir en presuntos actos de corrupción.
La diputada morenista Marcela González y el secretario de Gobierno de Tlaxcala, el morelense Luis Antonio Ramírez Hernández, se concentraron en pactar con los truculentos y desprestigiados magistrados del TET, Claudia Salvador Ángel, Miguel Nava Xochitiotzi y Lino Noé Montiel Sosa un fallo para arrebatar a la mala la diputación local a su compañera de partido Ana Bertha Mastranzo Corona, quien debió recurrió a la Sala Regional de Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para defenderse y recuperar su curul, dejando en el olvido lo importante y que hoy les provocará serios dolores de cabeza.
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Los errores del lorenismo – Señorio Tlaxcalteca (e-consulta.com)