Historia de Julio Patán
Van a imponer una “reforma” al Poder Judicial que no es una reforma, sino una revolución, en el entendido de que las revoluciones son malas, o tal vez un cuartelazo y punto. Consiste en despedir a miles de personas sin atención a sus culpas o merecimientos personales, o sea a su trabajo real y concreto, por el hecho mismo de ser jueces, ministros, magistrados o lo que sea, en una especie de pogromo jurídico, para luego decirte que puedes votar para reemplazarlos por quien tú quieras… Entre quienes eligieron ellos.
¿Cómo lo van a hacer? Con una mayoría calificada al menos dudosa en la Cámara de Diputados y con la complicidad, en la de senadores, de unos representantes de la oposición que no tienen que digamos una enorme gallardía republicana, no, pero a los que, sin pudores, o seducen, o amedrentan, o ambas.
Se trataron de agandallar la gubernatura de Jalisco, que evidentemente perdieron, y es muy probable que se agandallen la alcaldía Cuauhtémoc, que por supuesto perdieron también, con el cinismo propio de un presidente municipal de los años 30.
En la Ciudad de México, cambiaron la constitución local, también con la complicidad de la oposición, que le está chapulineando a lo grande, o por miedo o por avaricia, en todas partes, de tal manera que el derecho a conservar tus propiedades, o sea, lo de la sacrosanta propiedad privada, haya pasado de claro y contundente a por lo menos ambiguo.
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